Las mentes más imaginativas, o quizá más temerosas, le atribuyen 5000 dientes en su enorme boca.

La temen sobre todo los niños al caer la noche. Dicen que a veces la oyen merodear sobre los tejados de sus casas buscando un hueco por la chimenea o alguna ventana para colarse y comerse a los infantes.

La Gurrumella es un mito del sur de Cantabria y es un personaje que vive y dormita encima de los tejados de las casas de los pueblos. Tienen unos ojos enormes para poder ver en la oscuridad y una gran boca llena de dientes para poder comer con ferocidad a los niños que se portan mal por las noches, hacen ruidos o no quieren dormir, en definitiva, a los niños que no son buenos.

Para poder ir de tejado en tejado usa unas alas de murciélago, con lo que estamos ante uno de los pocos personajes de la mitología cántabra que dispone de alas.

Si en alguna ocasión oís ruidos nocturnos sobre vuestros tejados acordaros de la Gurrumella.